martes, 15 de noviembre de 2022

Insomnios de a 2.

Extiendo la mano entre sueños y sábanas blancas revueltas de nuestro dormir lujurioso, sólo de hace unas horas atrás. Están frías y sin tu peso, ni tu transpiración.

 Inmóvil me animo a parpadear. La imagen borrosa de mis ojos, se aploma en tu almohada. Sin nada que la enfrente, sigue hasta la pared próxima. Un breve momento, solo pienso dos cosas: Las manchas de la pared; que no estas en la cama. Me doy cuenta que estoy solo. Me giro acariciándome el pelo y miro directo a la ventana. Hay luz, tenue alrededor de las cortinas. Estamos en la luz de la madrugada. Pero solo la cama y yo, vos no.

 Intento acordarme a que hs fijamos alguna alarma. Todavía es muy temprano . Las sábanas de tu lado apresas contra el pie de cama. Cierro los ojos nuevamente y apretó la cara contra la almohada imaginándote abriendo la heladera, entrando al baño, sentada en tu cocina con un vaso de agua en la mano entre dormida y afligida.

 No se descifrar los sonidos de tu casa. Casi tan ciego, como cerrados tengo los ojos, me doy cuenta que no estás. Que no es la hs de levantarse y la puerta del cuarto esta entre abierta. Se escuchan pasos acercándose… esos si. Esperando verte aparecer. 

Se ve la punta de tus dedos empujando la puerta y tu pie asomándose. Lo único que pienso, “ahí esta..” Mi cuerpo se abre en la cama, se despereza y sonríe mirando como aparece todo el resto de vos. Tus piernas.. el borde de tus pechos bajo la ropa, tu boca y tu pelo. Por ultimo tus ojos. Mirando directamente hacia mi. 

S - ¿Te desperté? Perdón… intente no hacer ruido.

 M – No fue el ruido por lo que me desperté. Sino que no te sentirti cerca.

 S – No podía dormir. 

M – veni… ( mientras abro los brazos a vos). 

 

Te veo sonreír… venir a mi, pero mis ojos notan tus pechos moviéndose bajo la tela, tus piernas saliendo debajo de la remera, los cachetes de tu cola rosando con el borde de mi remera. Lo único que estoy pensando en ese momento es en que mi perfume, mi olor esta en tu piel penetrándola. 

Te acercas… cruzas tus brazos, agarras el borde de la remera y los subís… ahí esta la ropa int que te pusiste para mi. Hace un rato atrás...desp de bañarte pare recibirme en tu casa. Ahora ya usada.. ya mojada y seca a la vez, puesta nuevamente entre tus piernas. Sigue subiendo la remera, develando la piel, hasta por fin la primer curva de tus pechos. Tu cara, todavía tapada por la tela que levantaste. La fantasía de vendarte los ojos vuelve...

Seguís hasta sacar tu cara y tu pelo de entre mi remera. Te parás y la soltás al piso, cae recta, seca sin función alguna inerte . Sólo con la mitad de tu ropa interior y esa piel morena, me vuelvés loco....

 Te sonrio y empezás a caminar hacia mi. Mirándome casi con vergüenza pero sin dudar. La madera cruje sutilmente y tus pasos se anteponen uno al otro en línea recta. Me estiro en la cama y corro la sábana de mi piel para que me veas. Soy lo que ves, soy lo que te puedo dar, soy quien te quiere recibir. Ya listo para que te partas en el colchón cada vez mas cerca.

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