martes, 15 de noviembre de 2022

Cuando todavia nos escribíamos cartas

 y.. aquí estamos  leyéndonos... una nueva hoja en blanco para jugar. Abriste la cuenta buscando novedades, eso ya me hace correr una alegría por el cuerpo. Cuando me recuentro con nuestras conversaciones, puedo volver a sentir el ritmo de la respiración que causamos en esos días y me quedo sintiéndolo por un rato, paseando por esquinas. Todo este tiempo veía una y otra vez en mi cabeza como se va la ropa de tu cuerpo hasta dejarte desnuda frente a mí. Pero sacaba esas escenas de ahí, no quería seguir deseando algo que por ahí no volvía. Cada encuentro es único. Esa virtud me hace leer tu mail y habilitar todo lo que nos pensamos para un nuevo momento. Caminar por las calles cambió. Me encuentro buscando a una chica en alguna esquina o cruzando una calle. Una chica de la cual no sé el nombre. El objetivo no sé si realmente lo espero conseguir. Pero si deja una sensación de que estás presente… en tu rutina, de ir y venir por estas cuadras. Una tal....

Me regalaste fuego en un incendio. Pienso en el aire que estará en los 10 cm que separen nuestras bocas. Lo imagino cálido, húmedo, excitado… Lo caótico del viento antes de la tormenta. Prepárate para estar rodeada de mi… semi-desnudada en las sabanas que llevan el perfume de mi piel.


Pensándote, yo..

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