martes, 15 de noviembre de 2022

Que lindas 30 cuadras para comer asado.

Un día con sol, como para caminar las 30 cuadras de mi casa al cementerio. Son cuadras muy hermosas para un día como este, pero hoy no es como cualquiera de los otros 365 días vividos, hoy es el primero que voy al cementerio a visitar a mi reciente difunto marido. Por lo que no voy a disfrutar del paisaje ya que no puedo levantar la mirada del suelo. Será difícil saludar al almacenero de todos los días, al portero que limpia la vereda de aquel gigante edificio, al policía de la esquina de casa, solo podre saludar al florista cuando compre las esas rosas.

                Aquí estoy frente a la imponente entrada del cementerio, con mis flores y las ropas oscuras. Difícil es hacerme cargo de que tengo que entrar a este cementerio para estar con mi marido.  Recorro los pasillos buscando su lugar en este mar de silencio. No lo veré pero si lo acariciaré.

                Bueno ya frente a su tumba puedo decir que no estoy tan triste como antes, debe ser por estar mas cerca de él. Pero que es esto que veo acá, alguien  ya le trajo flores y tiene una tarjeta que dice: “Siempre fuiste mi cielo, mi tierra y mi sol, cada segundo que este  pisando nadando o mirando como florece la primavera te recordare, fuiste siempre mi único amor“.  Me tomo 2 segundos, respiro profundo y descargo:

 

Pedazo de hijo de puta! Todas las noches que me has hecho esperarte en la cama porque supuestamente tenías mucho trabajo, porque jugabas al futbol con esos amigotes que seguro te presentaron a esta yegua… Quien carajo te cuido todas esas noches que estabas enfermo en el hospital, fue ella? El cáncer de colon lo tenias bien ganado a fin de cuentas forro! 

Al fin me voy a poder coger al carnicero que esta mucho más fuerte que vos y que además me dijo más piropos que vos en los 3 años que llevamos en este barrio, gordo asqueroso.

Acá te dejo las flores pisoteadas en el suelo, porque ya las compre y en mi casa no las quiero tener. Menos mal que estás bajo tierra porque sino estarían acompañando al cáncer que tenés adentro del culo hijo de puta!

                Ahora fuera del cementerio puedo decir: Que lindas 30 cuadras para caminar del cementerio a mi casa. Creo que en el camino paso por lo chicho el carnicero, hoy como carne.

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