Disculpen mi llegada tarde, es que la calle está hecha un infierno. Cuando salí de casa, camine unas cuatro cuadras que empezaron a teñir de bronca mi andar. Me cruce fácil con 4 viejas que evidentemente salían a hacer sus mandados para la cena, con sus changuitos destartalados que dan lastima, con sus perros feitos desalineados o rengos, todas caminando a 1 km/h. No ven que hay personas que tienen que hacer cosas mas importantes!? Que el tiempo no se nos regala a nosotros?. Hay Dios… que rabia me dan!. Luego no tenia monedas y pare en un kiosco donde como siempre están los kiosqueros que se toman la vida con pajita y atienden a la persona que tienen en frente como si fuera el único cliente, 10 minutos para comprar un Marlboro de 20 común. Además en la fila para ser atendido me tocó un nene de 10 años que no sabía que comprarse con los 2 pesos que tenía, toda una eternidad, además nene pensá que comprarte antes de ir al kiosco. Luego, cuando por fin llegó mi turno, esta demás decir que le pedí cambio al vendedor y este, muy desatento a mi urgencia, no me quiso cambiar monedas para viajar y le tuve que comprar unas gomitas horribles de 1 peso. ¿ Y como me vuelvo a mi casa después he? ¿ No se ponen en el lugar del ciudadano? Necesitaba 2 pesos en monedas no 1. En fin, me resigne y fui a la parada del colectivo, donde en la fila me cruce con uno de esos desarrapados de mal gusto que van con sus pantalones colgando por las rodillas y pisándose los talones, con las camisas desabrochadas y de mil colores distintos. Me pregunto yo, ¿ para qué los diseñadores se encargan de buscar los colores que combinan con la época si estos desalineadnos después se visten como payasos!? Mes subí al colectivo 150 y por suerte no había mucha gente parada. Porque siempre hay gente parada, todo por esos choferes vagos que manejan para charlar con las muchachas lindas del colectivo, babosos!. Seguro que si pudieran inventar un embotellamiento para ganar 15 minutos más de fama lo harían. Lo dicho, Av. Callao y Av. Rivadavia, embotellamiento de 2 cuadras porque un don nadie reclama algo de lleno nomas, seguro que pide que le suban el sueldo de ese trabajo de mala suerte que tiene. Si hubieras ido al secundario nene no estarías quejándote. Mi culpa no es que tus padres no tengan plata para pagarte los estudios. En fin, una vez que el chofer se digno a buscar la ruta más ágil y dejar de hablar con su enamorada pude llegar a la estación de subte.
Por suerte el viaje a partir de ahí fue tranquilo, porque la línea D lleva a otra gente vio, gente digna de respeto, gente de bien como uno, así es la línea D. A veces se mesclan algunos inadaptados con sus instrumentos a tocar esas músicas rechinantes que llaman rock o con sus bombos a tocar esas canciones de provincia. Cuando voy a escuchar a mi querido Mozart en un viaje?.
En fin, acá estoy. Ahora bien hablemos de algo, hablemos de cuando la sociedad va a dejar de ser tan egoísta…
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